La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) de México recibió con beneplácito la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de suspender de forma indefinida la aplicación de la ley Texas SB4, que permitía a la policía detener y expulsar a migrantes sospechosos de ingresar ilegalmente al país.
La canciller Alicia Bárcena expresó su satisfacción por la ampliación de la suspensión temporal de la legislación, señalando que «abordar las causas estructurales de la migración es la respuesta» y reafirmando el compromiso de México con la cooperación internacional para el desarrollo.
La SRE aseguró en un comunicado que la ley SB4 «criminaliza la estancia de personas indocumentadas en el estado» y subrayó que la misma fue considerada inconstitucional por otorgar facultades migratorias a autoridades estatales y locales, competencia exclusiva de las autoridades federales de Estados Unidos.
La institución mexicana rechazó cualquier iniciativa que criminalice la migración y la discriminación racial, y adelantó que continuará velando por la protección consular de los mexicanos en el extranjero.