El talentoso luchador mexicano, Román Bravo, escribió una página dorada en la historia del deporte al conquistar la medalla de oro en el Grand Prix de lucha libre celebrado en Niza, Francia.
Bravo demostró su destreza en la categoría de 57 kilogramos al imponerse con determinación y habilidad sobre sus oponentes, asegurando la máxima distinción en el podio.
La competencia fue reñida, pero la habilidad táctica y la fuerza de Román Bravo brillaron en cada enfrentamiento, culminando con una merecida victoria que llena de orgullo a México.
Este triunfo no solo resalta la calidad técnica del gladiador azteca, sino que también consolida su posición como una figura destacada en el escenario internacional de la lucha libre.