Con la aprobación de la reforma constitucional que prohíbe el matrimonio infantil en las comunidades indígenas, México da un paso adelante en la protección de los derechos de la niñez.
Esta reforma, que contó con el apoyo unánime del Senado de la República, reconoce que los usos y costumbres de una comunidad no pueden estar por encima del interés superior de las niñas y niños.
“Es un logro histórico que coloca a México a la vanguardia en la lucha contra el matrimonio infantil”, dijo la senadora indígena Nestora Salgado. “Esta reforma es un paso fundamental para garantizar que las niñas indígenas tengan las mismas oportunidades que los niños y puedan alcanzar su pleno potencial”.
La reforma también es un reconocimiento a la autonomía de los pueblos indígenas, pero al mismo tiempo establece que esta autonomía no puede ser utilizada para vulnerar los derechos de las niñas y niños.
“Esta reforma es un mensaje claro de que México no tolerará el matrimonio infantil en ninguna de sus formas”, dijo la titular del Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), Nuria Fernández. “Es un compromiso con la niñez indígena de nuestro país”.